miércoles, 15 de enero de 2014

ORIGEN DE LAS PIRAMIDES

Las pirámides de Egipto son, de todos los vestigios legados por egipcios de la Antigüedad, los más portentosos y emblemáticos monumentos de esta civilización, y en particular, las tres grandes pirámides de Guiza, las tumbas o cenotafios de los faraones Keops, Kefrén y Micerino, cuya construcción se remonta, para la gran mayoría de estudiosos, al periodo denominado Imperio Antiguo de Egipto. La Gran Pirámide de Guiza, construida por Keops (Jufu), es una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, además de ser la única que aún perdura.

La función de las pirámides egipcias

La Mastaba del Faraón, en Saqqara.
En los Textos de las Pirámides, grabados durante el Imperio Antiguo, existe una plegaria destinada al rey y su pirámide:
Oh Atum, pon tus brazos alrededor de este gran rey, alrededor de esta construcción, y alrededor de esta pirámide como los brazos del símbolo del ka, para que la esencia del rey pueda estar en ésta, perdurando para siempre.
Oh Gran Enéada que estás en Heliópolis, haz que el (nombre) del rey perdure, haz que esta pirámide del rey y esta construcción suya perduren para siempre, como el nombre de Atum que preside sobre la Gran Enéada perdura.
Esta última frase se repite muchas veces, variando los nombres de los dioses y sus epítetos.
Los textos citados indican la función de la pirámide: contener la «esencia» del rey por toda la eternidad. Según los mismos textos, el rey resucita, y asciende al cielo para vivir eternamente entre los dioses, transfigurado en una estrella.

Orígenes

Se ha discutido mucho sobre el origen de la forma piramidal en la construcción humana. Las pirámides surgieron en distintas civilizaciones sin contacto entre sí, lo que ha dado pie a multitud de especulaciones de toda índole. Sin embargo, desde un punto de vista meramente estructural o constructivo, la forma piramidal es un resultado casi inevitable del simple deseo de ganar altura utilizando piedra.
En la antigüedad, la arquitectura común empleaba materiales fáciles de conseguir y manipular, tales como el barro o la madera. No obstante, este tipo de construcciones no perduraban en el tiempo. Cuando se deseaba un edificio más longevo, como una tumba, o un edificio emblemático, se recurría entonces a la piedra (o al ladrillo si no se disponía de lo primero). Las primeras construcciones de piedra por tanto obedecieron a propósitos funerarios o religiosos, y tanto en Egipto (mastabas) como en América, aunque miles de años después, ya adoptaron una forma troncopiramidal.
Con el tiempo, se empezaron a edificar tumbas y plataformas religiosas encima de las anteriores1 (quizás con la intención de manifestar mayor poder que el predecesor). Este tipo de prácticas derivó en las pirámides escalonadas; un tipo de construcción muy similar a los zigurat mesopotámicos.
No queda constancia de los motivos que impulsaron el paso desde este punto a la típica pirámide pentaédrica, aunque no es descabellado pensar que el salto formal fuera simplemente estético.1
Pirámide escalonada. Saqqara.
Pirámide clásica. Dahshur.

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