viernes, 13 de diciembre de 2013

LA CRISIS

LA CRISIS DE LOS 30: 
La Crisis del cuarto de vida es un término aplicado al período de la vida que sigue inmediatamente después de la adolescencia, usualmente entre los 21 y los 30 años de edad. El concepto proviene de una analogía con la crisis de la mediana edad. En la actualidad, es ampliamente aceptado por terapeutas y profesionales de la salud mental.

En las últimas décadas, se produjeron cambios profundos en torno a la “idea colectiva” de lo que "debía" que acontecer en la vida de las personas al llegar a determinada edad biológica.

Por ejemplo, dos generaciones atrás, era esperable que a los “veintipico” el joven ya estuviera recibido o con el rumbo laboral concretado, casado, viviendo sin los padres y, mejor, con hijos o en la espera de ellos.

La diferencia con la realidad actual es notoria. Los “mandatos” sociales cambiaron, al igual que los ideales sostenidos. Y debido a esto, se converge en nuevas patologías psicológicas y desplazamientos de las llamadas “crisis vitales", que se producen por el abandono de una etapa y el ingreso en otra.

Pero, ¿qué es lo particular de los jóvenes de 30 en los tiempos que corren y por qué produce crisis?

“Lo primero es que frente al cambio de década siempre hay un interrogante. Y la década de los 30, en esta época en la cual estamos viviendo, es difícil por varias razones”, explicó a Infobae.com la Lic. Esther Any Krieger, psicóloga, coordinadora del Capítulo de Psicoanálisis y Patologías Actuales, perteneciente a la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).

“A los 30, si el joven no se fue de la casa de sus padres va a emprender la tarea de construirse un propio lugar en el mundo. La consulta es el trabajo, el futuro, la novia, el novio, pero lo que se ve debajo de estos cuestionamientos es el irse de la casa de los padres, lo que se da entre los 26 y los 30”, explicó Krieger.

La psicóloga puntualizó que lo característico de los tiempos actuales es que “ahora las décadas están corridas en el tiempo: lo que hace 30 años pasaba a los 20, hoy pasa a los 40. A los 20 había que irse casado y se tenían hijos entre los 20 y los 30. Hoy se piensa en tener hijos cerca de los 40, se corrió 20 años la problemática humana”.

El límite para tener hijos que más pesa en la actualidad, en relación con las mujeres, es el del llamado “reloj biológico”.

“Pero hoy, a los 30, todavía el cuestionamiento del hijo ni en la mujer ni en el varón tiene tanto peso. Lo que está primero es el irse de la casa de los padres, encontrar un trabajo para sostenerse y la construcción de un porvenir personal”, dijo.


LA CRISIS DE LOS 40:

El término crisis de la mediana edad o crisis de los 40 se usa para describir un período de cuestionamiento personal, que comúnmente ocurren al alcanzar la mitad de la edad que se tiene como expectativa de vida. La persona siente que ha pasado la etapa de su juventud y la entrada a la madurez. En ocasiones, las transiciones que se experimentan en estos años, como el envejecimiento en general, la menopausia, el fallecimiento de los padres o el abandono del hogar por parte de los hijos pueden, por sí solas, disparar tal crisis. El resultado puede reflejarse en el deseo de hacer cambios significativos en aspectos clave de la vida diaria o situación, tales como la carrera, el matrimonio o las relaciones románticas.
Cumplir cuarenta años enfrenta a hombres y mujeres con el balance de lo realizado en la primera mitad de su vida. Para algunos, la “crisis de la mediana edad” suele ser atravesada con dificultad mientras que para otros, sólo se trata de una transición de la juventud a la adultez en la que la experiencia permite disfrutar más del tiempo por venir.
La crisis de los 40”, como se denomina hace años esta instancia evolutiva de la cual según los especialistas “nadie puede escapar”, la atraviesan hombres y mujeres de entre 40 y 55 años aproximadamente, pero sin embargo no siempre suele ser un proceso conflictivo. De acuerdo a médicos, psiquiatras y psicoanalistas hay quienes lo viven como una crisis y quienes lo toman como una transición durante la cual se privilegia la conexión con el propio deseo y se opta por agregarle día a día un poco más de sabor a la vida.

LA CRISIS DE LOS 50: 


La crisis de la edad media puede presentarse desde los 40 hasta los 55 años. Por no saber que ésta existe, muchos hombres pueden, a esta altura de la vida, perder a sus esposas, familia y profesión.”.
Es una etapa inexorable de la vida masculina y, en mayor o menor medida, tarde o temprano e independientemente de su condición social o cultural, todo hombre enfrenta esta crisis.
Sin embargo, los problemas de esta edad no corresponden a un estado menopáusico masculino, ya que éste no existe. Tampoco se trata de una decadencia hormonal, puesto que los niveles del hombre van descendiendo lentamente a través de su vida, en un ciclo que comienza cerca de los 18 años de edad y que corresponde a la máxima potencia sexual del varón.
Las causas que provocan esta crisis son de diversa índole. A primera vista, resulta inexplicable que el hombre se comporte como si hubiese perdido algo… y el problema es que no sabe qué. Probablemente, el origen se encuentre en muchas cosas no concretas: tal vez el deseo de reconocimiento a su trabajo de tantos años, la pérdida de los sueños juveniles y de las energías para conquistar el mundo, el recuerdo de las metas soñadas y proyectadas cuando sólo se tenía 20 ó 25 años, el deseo de una profesión más prestigiada, un mejor puesto en la empresa, un ascenso, etcétera.
Y esta desazón llega en plena “edad de la experiencia“, en la que se supone existe una desaceleración de todas las emociones y reacciones, es decir, una mayor capacidad de autocontrol; la madurez, la confianza en sí mismo; el hombre no necesita demostrarse nada y tiene una amplia capacidad de recibir y dar amor con diferentes miveles de placer.




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