La
Unión Europea (
UE) es una comunidad política de Derecho constituida en régimen de organización internacional,
sui generis, nacida para propiciar y acoger la integración y gobernanza en común de los estados y los pueblos de Europa. Está compuesta por veintiocho estados europeos y fue establecida con la entrada en vigor del Tratado de la Unión Europea (TUE), el 1 de noviembre de 1993.
Con ese acto, la supraestructura «Unión Europea» aunaba y se fundaba sobre las tres Comunidades Europeas preexistentes (CECA, Euratom y CEE/CE) y les añadía la política exterior común
y la cooperación judicial y policial, formando un sistema complejo
conocido como «los tres pilares». Sin embargo, con la entrada en vigor,
el 1 de diciembre de 2009, del Tratado de Lisboa,
la Unión Europea sucedió, por completo aunque con ciertas
particularidades, a las Comunidades Europeas y asumió con ello su
personalidad jurídica única como sujeto de Derecho internacional.

La Unión Europea ha desarrollado un sistema jurídico y político, el comunitario europeo,
único en el mundo, que se rige por mecanismos y procedimientos de
funcionamiento interno complejos, que se han extendido y evolucionado a
lo largo de su historia hasta conformar, en la actualidad, un sistema
híbrido de gobierno transnacional difícilmente homologable que combina
elementos próximos a la cooperación multilateral, si bien fuertemente estructurada e institucionalizada, con otros de vocación netamente supranacional, regidos ambos por una dinámica de integración regional muy acentuada.
Todo esto desemboca en una peculiarísima comunidad de Derecho, cuya
naturaleza jurídica y política es muy discutida, si bien sus elementos
fundacionales y su evolución histórica, todavía abierta, apuntan, en el
presente, a una especial forma de moderna confederación o gobernanza supranacional, acusadamente institucionalizada y con una inspiración histórico-política de vocación federal —en el sentido de un federalismo internacional nuevo, no de un Estado federal clásico— que se detecta con cierta claridad en ámbitos como la ciudadanía europea, los principios de primacía y efecto directo que le son aplicables a su ordenamiento jurídico en relación con los ordenamientos nacionales, el sistema jurisdiccional o la unión monetaria (el sistema del euro).
La Unión Europea, y antes las Comunidades, promueve la integración
continental por medio de políticas comunes que abarcan distintos ámbitos
de actuación, en su origen esencialmente económicos y progresivamente
extendidos a ámbitos indudablemente políticos. Para alcanzar sus objetivos comunes, los estados de la Unión le atribuyen a esta determinadas competencias, ejerciendo una soberanía en común o compartida que se despliega a través de los cauces comunitarios.
La Unión Europea se rige por un sistema interno en régimen de democracia representativa. Sus instituciones son siete: el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, el Consejo, la Comisión Europea, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Tribunal de Cuentas y el Banco Central Europeo.
El Consejo Europeo ejerce funciones de orientación política general y
de representación exterior, y nombra a los jefes de las altas
instituciones constitucionales; el Parlamento Europeo y el Consejo
ejercen la potestad legislativa
en igualdad de condiciones, tomando decisiones conjuntas —a excepción
de los procedimientos legislativos especiales, donde el Parlamento
desempeña un papel meramente consultivo; la Comisión o Colegio de Comisarios aplica el Derecho de la Unión, supervisa su cumplimiento y ejecuta sus políticas, y a ella corresponde en exclusiva la iniciativa legislativa ante el Parlamento y la Comisión;el Tribunal de Justicia ejerce las labores jurisdiccionales
supremas en el sistema jurídico comunitario; el Tribunal de Cuentas
supervisa y controla el buen funcionamiento y la adecuada administración
de las finanzas y de los fondos comunitarios; y el Banco Central
Europeo dirige y aplica la política monetaria única de la zona euro.
La Unión cuenta también con otros órganos, instancias y organismos de funciones y atribuciones diversas, como el Comité Económico y Social, el Comité de las Regiones, el Defensor del Pueblo Europeo, el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, entre otros.
El territorio de la Unión comprende el de todos sus estados miembros, que son: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, República Checa, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rumanía y Suecia.
En 2012 la Unión Europea ganó el Premio Nobel de la Paz,
que fue otorgado por unanimidad de todos los miembros del jurado, «por
su contribución durante seis décadas al avance de la paz y la
reconciliación, la democracia, y los derechos humanos en Europa». Fue recogido por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, el del Parlamento Europeo, Martin Schulz y el del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
Historia


Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Europa se encontraba sumida en la devastación. Alemania estaba destrozada, en términos de pérdidas de vidas humanas y daños materiales.Si bien Francia y Reino Unido resultaron oficialmente vencedoras frente
a Alemania en el conflicto, ambos países sufrieron importantes pérdidas
(aunque menores que las de Alemania) que afectaron gravemente a sus
economías y su prestigio a nivel mundial. La declaración de guerra de Francia y Reino Unido a la Alemania nazi tuvo lugar en septiembre de 1939.
Una vez finalizado el conflicto en Europa el 8 de mayo de 1945, el
régimen alemán fue responsabilizado por el inicio de la guerra, ya que
su política expansionista
le había llevado a ocupar y en algunos casos anexar territorios de
otros países del continente. Alemania, que perdió una parte considerable
de su territorio anterior a la guerra, fue ocupada por ejércitos extranjeros que dividieron su superficie territorial en cuatro partes, tal y como se consensuó en la Conferencia de Yalta.
En los años posteriores, los resentimientos y la desconfianza entre
las naciones europeas, dificultaban una reconciliación. En este contexto
el ministro francés de asuntos exteriores Robert Schuman defendió decididamente la creación de Alemania Occidental,resultado de la unión de las tres zonas de ocupación
controladas por las democracias occidentales, dejando de lado la zona
ocupada por la URSS. Schuman, de origen germano-luxemburgués, había
poseído las tres nacionalidades (francesa, alemana, luxemburguesa)
durante diferentes etapas de su vida. Este hecho le hizo comprender la
complejidad de los conflictos europeos y desarrollar pronto un interés
por la unificación europea.

En 1946, Winston Churchill dio un discurso en la Universidad de Zúrich, considerado por muchos como el primer paso hacia la integración durante la posguerra. Aunque, generalmente se considera que el verdadero primer paso se dio el 9 de mayo de 1950,cinco años después de la rendición del régimen nazi, cuando Schuman lanzó un llamamiento a Alemania Occidental
y a los países europeos que lo deseasen para que sometieran bajo una
única autoridad común el manejo de sus respectivas producciones de acero
y carbón. Este discurso, conocido como Declaración Schuman,
fue acogido de manera dispar dentro de los gobiernos europeos y marcó
el inicio de la construcción europea, al ser la primera propuesta
oficial concreta de integración en Europa.El hecho consistía en que al someter las dos producciones
indispensables de la industria armamentística a una única autoridad, los
países que participaran en esta organización encontrarían una gran
dificultad en el caso de querer iniciar una guerra entre ellos.
La declaración marcó el inicio de la integración de los estados europeos
como un movimiento en contraposición a la anterior tendencia
nacionalista y las tensas rivalidades que ocasionó entre los estados de
Europa.Esta nueva realidad fue propiciada en gran medida por el fin de la
tradicional hegemonía europea en el mundo tras la II Guerra Mundial, que
concienció a los europeos de su propia debilidad ante el surgimiento de
dos nuevas superpotencias, Estados Unidos y la URSS, que tenían un poder superior al del heterogéneo grupo de estados europeos.Además, las consecuencias del conflicto favorecieron el deseo entre los
ciudadanos de crear un continente más libre y justo en el que las
relaciones entre países se desarrollaran de forma pacífica para evitar
por todos los medios un nuevo enfrentamiento entre los estados europeos.
Consejo Europeo
Artículo principal: Consejo Europeo

El Consejo Europeo, que no debe confundirse con el Consejo de Europa o con el Consejo de la Unión Europea, es un organismo político de carácter predominantemente intergubernamental, conformado por los jefes de Estado o de gobierno de los estados miembros de la Unión Europea junto con el presidente permanente del Consejo y el presidente de la Comisión Europea.
Sus funciones son de orientación política y de jefatura colectiva
simbólica, fijando las grandes directrices y objetivos de la Unión en
los ámbitos más relevantes; la potestad legislativa le está expresamente
vedada por los Tratados. Los miembros del Consejo Europeo se citan
periódicamente en reuniones conocidas como "Cumbres europeas". Sus oficinas se encuentran en el Justus Lipsus de Bruselas, sede del Consejo de la Unión Europea.
El presidente del Consejo Europeo o informalmente el presidente de la
Unión, es una de las más altas posiciones institucionales de la Unión
Europea, y sin duda la más simbólica. Su proyección exterior se
corresponde con la más alta representación de la UE en el ámbito de la política exterior y de seguridad común,
al nivel de los jefes de Estado. Su mandato tiene una duración de dos
años y medio renovables una sola vez, sustituyéndose así el viejo
sistema rotatorio anterior al Tratado de Lisboa.