Halloween es una fiesta de origen celta que se celebra en los
Estados Unidos, Canadá, Irlanda y Reino Unido… y ahora también en
España. Como todo el mundo sabe, Halloween se celebra la noche del
31 de octubre para “rendir culto a los muertos”, lo pongo
entrecomillas porque si vestirse de vampiro e ir por la calle
haciendo el payaso se llama respetar el día de los muertos, pues que
baje Dios y lo vea.
Una celebración pagana "cristianizada con posterioridad" y
que supone, en opinión de Bouza, una "afirmación de la vida,
del ser humano. Un reírse de la muerte".
La jerarquía católica considera Halloween como una costumbre
"pagana"
Noche de zombis, brujas y fantasmas, de vivos que se ríen de los
muertos, Halloween, una tradición milenaria y anglosajona,
se ha hecho un hueco en el calendario festivo español, a pesar de
las suspicacias que provoca en la jerarquía católica,
que la considera una costumbre "pagana".
No en vano, desde hace
ya algunos años por estas fechas muchos responsables de la jerarquía
católica advierten a sus fieles sobre el "riesgo"
de que puedan desaparecer costumbres cristianas tan
"arraigadas y beneficiosas" como la devoción a los santos
y el recuerdo a los difuntos
Importar tradiciones no lo considero intrínsecamente malo ni es la
primera vez que lo hacemos. Ahí tenemos el caso de Santa Claus, o
Papa Noel, que en España no se celebraba. ¿Es malo? No tiene
porque. ¿Por qué importamos usos por ejemplo en vestimenta sin
inmutarnos y las fiestas no? El mundo se ha convertido en una aldea
global, y es normal que las tradiciones se vayan mezclando y los usos
en general también.
España, tradicionalmente católica, está bastante necesitada de una
dessacralización de las festividades. Se han fijado que menos el 1
de mayo y el Día de la Constitución todas nuestras fiestas son
católicas o se celebran como tales.
Fiesta pagana. Bueno, en realidad como la Navidad, fijada para el 25
de diciembre por el emperador converso Constantino el 321 y
ratificada como tal en el 350 por el Papa Julio I.
¿Por qué se fijó esa fecha? Los romanos celebraban las Saturnales
desde el 17 al 23 de diciembre, que eran las fiestas del solsticio de
invierno y eran llamadas así por celebrarse en honor al dios
Saturno. Al final de las Saturnales se celebraba el Día del Sol
Invicto, sobre el 25 de diciembre. El muy conciliador Constantino
decidió que ese día se convirtiera en el Día del Dios Invicto y
dedicarlo a la celebración del nacimiento de Cristo. El resto es
historia.
Paradójicamente la Navidad lleva camino de convertirse más en las
bacanales romanas que en una festividad católica. Así que como la
Iglesia Católica no tiene problemas, se dedican a tratar de
convencer a sus pupilos de que no celebren una fiesta que implica
disfraces, sustos, travesuras y chuches. Les deseo suerte.
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